2. Procesos clave en el aprendizaje.
Antes de ver las diferentes técnicas de estudio que pueden ayudarnos en el aprendizaje, es necesario que expliquemos los procesos clave que intervienen en el aprendizaje:
Los procesos clave del aprendizaje son la atención, la motivación y la memoria.
Atención: la puerta de entrada al aprendizaje.
La atención es la capacidad de concentrarse en una tarea mientras se eliminan las distracciones. La atención es como un foco que ilumina lo que consideramos importante en un momento dado. Es esencial para el aprendizaje, ya que nos permite procesar la información de manera efectiva.
La atención se divide en dos tipos principales:
- Atención selectiva, que nos permite centrarnos en una tarea particular mientras ignoramos otras.
- Atención sostenida, que implica mantener la concentración en una tarea durante un período prolongado de tiempo.
Piensa en la atención como en el superpoder de tu cerebro para filtrar lo importante y dejar de lado lo que no lo es. Sin embargo, en un mundo lleno de notificaciones, redes sociales y mil distracciones más, saber cómo mantener la atención es clave. En el apartado 8 veremos técnicas de estudio para mejorar la atención y la concentración.
EJEMPLO. Imagina que estás en clase y el profesor está explicando un tema nuevo. Si estás distraído con cualquier otra cosa, es probable que te pierdas información importante. Mantener la atención en lo que dice el profesor te permitirá comprender mejor el tema y recordarlo más tarde.
Motivación: el combustible del aprendizaje.
La motivación es el impulso que nos lleva a perseguir metas y objetivos, incluso cuando preferirías estar haciendo cualquier otra cosa. Es un factor clave en el aprendizaje, porque determina no solo lo que aprendes, sino también cuánto esfuerzo estás dispuesto a poner en el proceso. Sin ella, incluso la tarea más simple se siente como una montaña.
La motivación puede ser interna, cuando surge de intereses personales, o externa, cuando surge de recompensas del exterior o evitación de castigos. En el apartado 6 veremos técnicas para mejorar la motivación en el estudio.
EJEMPLO. Supongamos que tienes que hacer una actividad en clase y el profesor dice que el primero que la haga bien, tiene medio punto más en el examen. En ese caso es más probable que te esfuerces e intentes hacer la actividad sin perder el tiempo.
Memoria: tu archivo personal.
La memoria es la capacidad de retener y recuperar información. Es como el disco duro de tu cerebro. Guarda todo lo que aprendes, pero a veces, encontrar esa información puede ser complicado. Mejorar tu memoria significa poder recordar la información cuando realmente la necesitas.
Se compone de varios procesos:
- Almacenamiento de información en la memoria.
- Mantenimiento de la información en la memoria a largo plazo.
- Recuperación de la información almacenada cuando se necesita.
Comprender cómo funciona la memoria y cómo mejorarla es fundamental para hacer que el aprendizaje sea más efectivo. En el apartado 10 veremos técnicas de estudio para mejorar la memorización.
EJEMPLO. Piensa en una situación en la que aprendiste algo nuevo, como un nuevo idioma o una habilidad deportiva. La práctica repetida y la revisión constante son clave para consolidar la información en la memoria a largo plazo. Además, el uso de técnicas de memorización puede facilitar el proceso de recordar la información cuando la necesites.
En definitiva, la atención, la motivación y la memoria son esenciales para el aprendizaje. En los próximos apartados, veremos técnicas para fortalecer estos procesos y mejorar nuestro aprendizaje.