1. Aprendizaje y ser humano.

La mayoría de los adolescentes veis la escuela como un conjunto de clases y tareas sin fin, pero muy pocos lo veis como un proceso de aprendizaje. El aprendizaje es mucho más que memorizar fechas de historia o resolver ecuaciones matemáticas. Es una aventura que dura toda la vida, una que no solo ocurre en las aulas, sino en cada experiencia, cada conversación, y cada desafío que enfrentas. 

En este tema aprenderemos cómo funciona tu atención y memoria, qué te motiva y cómo puedes usar estos conocimientos para aprender mejor. Te enseñaré a reflexionar sobre tu propio proceso de aprendizaje y a desarrollar estrategias que te funcionen. Bienvenido a un tema completamente sublime.

Y recuerda, el aprendizaje no es solo un camino hacia el conocimiento; es un camino hacia la libertad.

• ¿Qué es el aprendizaje?

El APRENDIZAJE no se limita a memorizar datos o conceptos. Es un proceso continuo mediante el cual adquirimos nuevos conocimientos, habilidades, actitudes y valores.

 

Desde aprender a caminar y hablar hasta dominar una nueva habilidad, el aprendizaje dura desde el momento en que nacemos hasta el último mismo día de vida. El aprendizaje no es solo algo que sucede cuando estás en la escuela o haciendo tareas. Ocurre todo el tiempo, en todas partes. Cada vez que pruebas algo nuevo, que enfrentas un reto o incluso cuando cometes un error, estás aprendiendo. Es un proceso continuo que te permite adaptarte, crecer y entender mejor el mundo que te rodea. Literalmente, estamos todo el día aprendiendo.

¿Es útil todo lo que aprendemos?

“¿Esto para que sirve profesor?” Es la típica pregunta de todo adolescente, que suele pensar que lo que estudia en la escuela no sirve para nada en el mundo real. Imagina que tu mente es un jardín. Cada nueva experiencia, cada conocimiento que adquieres, es como una semilla que plantas en este jardín. Algunas de estas semillas crecen rápidamente, convirtiéndose en ideas y habilidades que usas todos los días (como sumar o restar). Otras pueden tomar más tiempo en florecer, pero todas son importantes. 

Al resolver operaciones matemáticas, aprender habilidades lingüísticas, conocer el medio natural o la historia, estas desarrollando conocimientos, habilidades, actitudes y valores que hacen que tu cerebro esté mejor preparado para enfrentarse a futuros retos o problemas. Puede que en el futuro no necesites saber hacer raíces cuadradas, pero las habilidades matemáticas que tu cerebro desarrolla se quedan ahí, listas para ser utilizadas de otra manera cuando lo requieras. Esto es el aprendizaje: un proceso de sembrar y cultivar conocimientos y experiencias que te acompañarán durante toda tu vida. Nunca sabes cómo o cuándo necesitarás cada flor. No pares de sembrar.

• ¿Cómo se produce el aprendizaje?

El cerebro adolescente: una máquina de aprender.

Hay una parte de tu cuerpo que juega un papel fundamental en el aprendizaje: tu cerebro. Durante la adolescencia, tu cerebro está como en una etapa de construcción acelerada. 

Así, el cerebro tiene una serie de características que facilitan el aprendizaje:

Neuroplasticidad o plasticidad cerebral. 

Hace unos años en mi instituto se organizó en los recreos un torneo de baloncesto entre alumnos. El equipo campeón nos retó a los profesores, los cuales habíamos jugado durante nuestra juventud, pero llevábamos años sin tocar un balón. ¿Cuál fue el resultado? Obviamente les machacamos. Nuestros muchos más años de entrenamiento, aunque lejanos en el tiempo, no estaban olvidados. Y es que nuestro cerebro es asombroso a la hora de adquirir habilidades y mantenerlas en el recuerdo.

Tu cerebro tiene algo llamado “plasticidad”. Esto significa que es especialmente adaptable y capaz de formar nuevas conexiones entre neuronas. 

Cuanto más practicas algo más cambia tu cerebro. Cada neurona puede formar hasta 10.000 conexiones con otras neuronas. Estas conexiones son las que nos permiten transmitir información desde el cerebro a cualquier parte del cuerpo. Por ejemplo, si un niño pequeño ve a otros niños pegando patadas al balón, cuando este le llegue a él, su cerebro recibirá la información y a través de las neuronas dará la orden de ejecutar la patada.

Estas conexiones cambian cuando aprendemos algo nuevo, algunas conexiones existentes pueden fortalecerse o debilitarse. Así, por ejemplo, si enseñamos a un niño una manera nueva de golpear un balón, las conexiones de las neuronas se hacen más fuertes. Este proceso es esencial para el aprendizaje y la memoria.

Al inicio, esta nueva conexión es temporal, lo que quiere decir que puede olvidarse si no lo repetimos. Pero según se practique, un día tras otro tras otro tras otro, las conexiones se vuelven más fuertes, lo que garantiza que, ante una situación similar, el cerebro dará una respuesta más rápida y eficiente. Si repetimos la acción de golpear el balón de una manera determinada las veces suficientes, el cerebro aprenderá a hacerlo cada vez mejor y de manera más automática. Es la memoria de la mente.

Es decir, cuando aprendemos una nueva habilidad es como si formáramos un recuerdo cada vez más fuerte de cómo realizar esa tarea. Cuanto más repetimos una acción, más aprende el cerebro a interpretar la información y a que forme parte de su memoria. Así, las habilidades que requieren el uso de los músculos se quedan almacenadas de por vida. De ahí el dicho, “es como montar en bicicleta”.  

En definitiva, el cerebro tiene un superpoder: se puede entrenar para que seamos capaces de hacer casi cualquier cosa. El cerebro es versátil y solo necesita algo de práctica. 

Sensibilidad a la recompensa.

Una de mis peores clases fue un 4º de ESO de la materia de IAEE. Uno de los más problemáticos era David, un alumno más mayor que los demás y con cierta predisposición a la violencia y a torpedear las clases. Un día se me ocurrió comprar una caja de 50 huesitos, y con cada actividad, le daba uno a aquel que tuviera más aciertos. De los 50 huesitos, David pudo ganar más de 30. Es el poder la motivación…

Tu cerebro es particularmente sensible a la recompensa. Esto significa que cuando algo te da placer, ya sea una buena nota en la escuela o salir con los amigos, tu cerebro libera sustancias químicas que te hacen sentir bien. Esta sensación es una poderosa fuerza motivadora para el aprendizaje.

Dicho de otra manera, si encuentras placer en aprender algo nuevo, ya sea practicado un deporte, tocando un instrumento musical o simplemente leyendo un libro, es más probable que quieras seguir repitiendo la acción, lo que llevará a un mayor aprendizaje. Es importante que busques la motivación en todo lo que haces.

Conexiones emocionales.  

Cuando nace un bebé imagino que debe tener una sensación terrible. Pasa de estar calentito en el vientre de su mamá, sin preocuparse de alimentarse, a de repente sentir hambre, calor o frío. Cuando nació mi hija, la pobre lloraba por el más mínimo ruido, no puedo imaginar el miedo que debía sentir esa pequeña de solo 2,5 kilos. Recuerdo que, por la noche, a las tantas de la madrugada, cuando lloraba de manera desconsolada empecé a cantarle una canción de manera muy suave al oído. En ese momento, esa pequeña debía sentir alivio de ese extraño que le apretaba contra su pecho, al tiempo que le acariciaba, con lo que dejaba de llorar. Con el paso de los meses, cada vez que empezaba a llorar de manera desconsolada, el simple hecho de abrazarla y cantarle esa misma canción hacía que automáticamente se relajara. Su cerebro había hecho una conexión. Esa canción significa que todo está bien. Esa canción significa seguridad.

Hay una forma en la que un recuerdo tiende a no olvidarse: si está vinculado a una emoción o un sentimiento muy fuerte (ya sea positivo o negativo). Cuando algo nos hace sentir una emoción fuerte, nuestro cerebro le presta más atención, considerándolo más relevante para nuestro bienestar. Esto lleva a un procesamiento más profundo de esa información, haciendo que el recuerdo sea más fuerte y duradero.

Los recuerdos emocionales no solo son más fáciles de almacenar, sino que también son más fáciles de recuperar. Por ejemplo, si en un momento muy placentero de mi vida sonaba una canción particular, si de repente suena esa canción, es muy probable que recuerde ese momento tan emocional.

Por este motivo, cuando conectas emocionalmente con lo que aprendes, es más probable que lo recuerdes y le des valor. Busca a personas y actividades que te emocionen y te motiven. 

• ¿Por qué es importante aprender sobre el aprendizaje?

- Oye profe, ¿vas a dedicar un tema entero del libro al aprendizaje? – Pues la verdad que sí, pequeño saltamontes. Y te voy a explicar por qué.

Como adolescente, estás en una etapa única de tu vida. Tu cerebro está desarrollándose a un ritmo increíble, abriendo puertas a nuevas habilidades, emociones y formas de pensar. Comprender cómo aprendes puede ayudarte a aprovechar al máximo estas transformaciones. Puede darte las herramientas para enfrentar mejor los retos escolares, personales y sociales.

Además, en un mundo que cambia rápidamente, donde lo que aprendes hoy podría necesitar una actualización mañana, entender cómo aprendes te prepara para adaptarte y crecer continuamente. Te ayuda a convertirte en un aprendiz permanente, alguien que no solo acumula conocimientos, sino que también sabe cómo adquirirlos y utilizarlos eficazmente.

Aprender sobre el aprendizaje es fundamental para los adolescentes por varias razones:

1. Mejorar el rendimiento académico. Comprender cómo funciona el proceso de aprendizaje puede ayudarte a desarrollar técnicas de estudio y memorización, lo que puede conducir a un mejor resultado en la escuela.

2. Desarrollar habilidades de autogestión. Conocer cómo aprendes puede capacitarte para ser más independiente. Esto incluye establecer objetivos, planificar y organizar el tiempo de estudio, y evaluar tu propio progreso.

3. Promover la autoconfianza.  Cuando aprendes sobre el aprendizaje, te das cuenta de que puedes adquirir cualquier habilidad que te propongas, lo que aumenta tu confianza.

4. Desarrollar habilidades a largo plazo. Aprender sobre el aprendizaje te permite adquirir habilidades y estrategias que puedes aplicar a lo largo de tu vida, no solo en la escuela, sino también en el desarrollo personal y profesional.

5. Preparar para el futuro. En un mundo en constante cambio, donde el aprendizaje continuo es esencial, los adolescentes que entienden cómo aprender pueden adaptarse más fácilmente a nuevas situaciones y desafíos en la vida adulta.

No te preocupes porque en este tema vamos a aprender a mejorar nuestra concentración y organización, vamos a aprender técnicas para comprender mejor la información que estudiamos, así como a memorizarla. Ya te he dicho que este tema es sublime.