ACTIVIDAD 7. ¡LIDERAMOS!
TAREA 1. El lazarillo.
OBJETIVO
Demostrar que el grupo funciona mejor con un solo líder. Los grupos tienen que formar la cara con los ojos, boca, nariz, cejas y bigote.
TIEMPO Y LUGAR
20 minutos. Aire libre.
MATERIALES Y AGRUPAMIENTO
Antifaces para tapar los ojos. La fotocopia de la cara, celo y obstáculos. 2 grupos.
PASOS A SEGUIR
1. Se crean dos grupos y se tienen que poner en fila con las manos en los hombros del compañero de delante.
2. En un grupo, todos menos la última persona de la fila (líder) llevan los ojos tapados. En el otro grupo, al contrario, todos son líderes (no se tapan los ojos) y el primero de la fila se los tapa.
3. En alguna pared, se la pega la cara sin los ojos, boca, bigote, cejas y nariz. Cara que tendrán que formar los grupos.
4. El líder o los líderes (en función del grupo) deben de guiar a los demás para poner cada una de las partes de la cara en su sitio correcto. Para ello tendrán que esquivar una serie de obstáculo.
REFLEXIÓN
Es muy importante la reflexión final en el que todos puedan expresar su opinión y que el facilitador les haga ver cuál es la mejor forma de trabajo.
TAREA 2. Aviones de papel.
OBJETIVO
Contribuir a reforzar las habilidades del líder.
MATERIALES Y AGRUPAMIENTO
Folios de colores en función de los grupos. Grupos de 4-5 alumnos/as.
PASOS A SEGUIR
1. Cada grupo debe elegir a un líder.
2. Se les da 20 minutos para que cada grupo diseñe su modelo propio de avión y confeccione varios, en función del número de integrantes.
3. Por grupos, cada integrante tiene una oportunidad de aterrizaje.
4. Gana el equipo que más aviones haya lanzado de manera correcta a la pista de aterrizaje marcada.
REFLEXIÓN
En el momento de reflexión, se preguntará a los líderes qué tareas desempeñaron durante el tiempo de construcción y, también, a los miembros del grupo cómo se sintieron a lo largo de la dinámica, si fueron escuchados, qué tuvieron en cuenta para elegir el líder, etc.
TAREA 3. Contar a ciegas.
Los alumnos se distribuyen por el aula de manera aleatoria con los ojos vendados. Un alumno empieza la cuenta partiendo desde el número 1. Luego tendrán que seguir el resto de alumnos continuando la cuenta. Si algún alumno se equivoca de número o si dos alumnos dicen el número a la vez, habrá que empezar de nuevo.
Los alumnos no pueden ponerse de acuerdo para enumerarse sin hablar al mismo tiempo. Por lo tanto, no se pueden poner de acuerdo como realizar el conteo. No puede haber planificación, todos deberán decir al menos un número.
En esta dinámica se observa que, a medida que avanza el ejercicio, el grupo se acaba organizando de tal forma que son capaces de contar sin necesidad de ver quién es el siguiente ni dónde está ubicado.