Header Ads

ACTIVIDAD 4. Perseveremos

 TAREA 1. Autoconocimiento ¿soy perserverante?

Hace unos años Angela Duckworth introdujo el término “GRIT” entendida como pasión y perseverancia ante las metas de largo plazo. Según, la autora, la clave del éxito es la vida no es la inteligencia innata, sino la capacidad de perseguir nuestros objetivos a largo plazo de manera constante. Te dejo el vídeo en el que lo explica:



TAREA.

a)  Vamos a realizar el Test del Grit, que diseñó la propia Angela Duckworth y que nos mide nuestro grado de pasión y de perseverancia. Hay que puntuar cada frase según el grado en que uno/a se identifica con ella “comparándose con la mayoría de la gente”.

Si el resultado está entre 25 y 35 podemos decir que nos encontramos en la media

Si es más de 35 estaremos por encima de la media (somos más persistentes y apasionados

Si estamos por debajo de 25 estaremos debajo de la media.


b) Suma toda la puntuación de las 10 preguntas. ¿Cuál ha sido el resultado? 

c) Indica una situación a la que tengas que hacer frente en los próximos días y en la forma en la que puedes actuar para mejorar tu “GRIT”.

 

 

TAREA 2. Cuéntame una historia de perseverancia.

TAREA. Cuenta una historia de una persona que conoces en donde se demuestre como ha conseguido sus objetivos gracias a ser perseverante (puedes preguntar a tus abuelos, padres, tíos etc.). Te dejo un ejemplo:

 

 


Ejemplo, Mi padre tuvo dejar de estudiar con solo 14 años. Era la época de la posguerra y en ese momento había mucha pobreza en general, en especial en una pequeña ciudad como Albacete. Así que, aunque mi padre quería seguir en bachillerato para luego estudiar alguna carrera relacionada con economía tuvo que ponerse a trabajar.

Te puedes imaginar que, con solo 14 años, un niño que apenas sabía nada, no era muy bien pagado. Así, empezó trabajando como aprendiz en un taller de coches, donde apenas cobrara 50 pesetas al mes, el equivalente a 30 céntimos (como lo oyes).

Empezó a trabajar duro, para conocer todos los secretos que escondían los coches por dentro. Pronto el dueño de otra empresa se dio cuenta que este chico destacaba, y con 16 años le contrató, subiéndole el sueldo hasta 300 pesetas (unos 2 euros).

Los años pasaron, y se dio cuenta que con aprender de todo lo que veía no era suficiente. Empezó a leer una gran cantidad de libros y empezó a apuntar a diferentes cursos, primero en Albacete y luego en Madrid, para cada vez saber más, no solo sobre coches, sino también sobre ventas y sobre liderazgo.

A medida que él mejoraba, la empresa seguía creciendo, hasta que llegó a formar parte de una conocida multinacional. Allí, le hicieron responsable de uno de los principales departamentos de todo el concesionario, donde daba órdenes a personas que tenían muchos más estudios que él, pero que probablemente tenían menos perseverancia. 

Gracias a su empeño, consiguió todos los objetivos que se marcó al mismo tiempo que sacaba adelante a toda su familia. Hoy, el menor de sus cuatro hijos escribe los libros de economía que a él le hubiera gustado poder estudiar con 14 años.


Con la tecnología de Blogger.