ACTIVIDAD FINAL: EXPERIMENTO MERCADO 2
Este experimento es la continuación del que realizamos en la unidad 4, realizado por Edward Chamberlin y extraído del blog Nada es Gratis. Esta vez vamos a alterar las condiciones para aproximarnos a la competencia imperfecta.
1. Demostrar que en los mercados de competencia imperfecta los consumidores pagan precios más altos que en los perfectamente competitivos, y las empresas se aprovechan de ello.
2. Ver la importancia de que se cumplan los supuestos de la competencia perfecta para llegar a un resultado eficiente.
Para nuestro experimento económico, necesitamos los siguientes materiales, que encontrarás aquí: enlace a las tarjetas.
- Tarjetas de Comprador: el número que incluye refleja precio de reserva, es decir, el precio máximo que el comprador está dispuesto a gastar para adquirir el bien. Obviamente el comprador deberá comprar el bien a un precio inferior a este.
- Tarjetas de Vendedor: el número que incluye refleja el coste de producción para cada uno de los vendedores. Obviamente el vendedor deberá vender el bien a un precio superior a este.
MECÁNICA DEL EXPERIMENTO: Es similar a la del experimento que realizamos en la unidad 4 (de hecho, recomiendo repetirlo inicialmente exactamente igual que lo vimos en el primer caso, ya que nos permitirá ver mejor las diferencias con la competencia imperfecta que crearemos en este segundo experimento, y también es interesante calcular el precio medio de las transacciones en este primer experimento). Dividimos a la clase en 2 grupos iguales, los alumnos del primer grupo serán compradores y los del segundo los vendedores.
Les explicamos que hemos creado un mercado, en el que el bien que se va a intercambiar es una camiseta, y que algunos alumnos serán compradores y otros vendedores. Posteriormente repartimos aleatoriamente las tarjetas y les pedimos que encuentren a alguien del otro grupo (si son vendedores un comprador, y viceversa) y lleguen a un acuerdo por el precio de la camiseta.
Antes de empezar el experimento les decimos que aquel alumno que consiga una mayor diferencia entre el precio de su tarjeta y el que finalmente haya pactado tendrá puntos extra u otra recompensa (para que se lo tomen más en serio).
La diferencia con el experimento realizado en la unidad anterior será que ahora iremos introduciendo cambios para crear mercados imperfectos e iremos repitiendo el experimento. Por ejemplo:
A. Reducir a la mitad el número de vendedores: provocará una subida del precio y un menor número de transacciones.
B. Crear un monopolio: dejaremos un único vendedor, y veremos que el precio será el que decida el monopolista.
C. Establecer una barrera de entrada a los vendedores que les suponga un aumento de 10€ de sus costes de fabricación: limitará la entrada de competidores.
D. Pedir a los vendedores que cada uno elija una marca de ropa diferente y que sea esa la que comercialicen: esto provocará que al dejar de ser homogéneo el producto, los vendedores compitan diferenciando el producto y algunos compradores estén dispuestos a pagar más por una camiseta Gucci que por una Adidas.
Tras cada uno de los cambios debemos calcular el precio medio de las transacciones y el número de intercambios realizados para de este modo compararlo con nuestro experimento base, el de la unidad 4.
¿QUÉ OCURRIRÁ? Conforme introducimos estas modificaciones que crean mercados imperfectos, veremos como el precio medio se incrementa y el número de transacciones disminuye y, por tanto, el de necesidades satisfechas se reduce.
APRENDIZAJE PARA COMENTAR AL FINAL DEL EXPERIMENTO: Los monopolios, oligopolios y la competencia monopolística nos conducen a situaciones menos eficientes que la competencia perfecta. En estas situaciones, los compradores pagan precios más elevados, la calidad suele ser inferior por la falta de competencia y a su vez esto provoca una menor innovación. Por otro lado, las empresas se benefician de esta situación ya que tienen más poder para decidir el precio al que venden sus productos. Por todo ello, la labor de la CNMC es fundamental.