¿Qué es la inflación y por qué es mala? REPERCUSIONES DE LA INFLACIÓN
¿Qué es la inflación?. El ladrón invisible
Tómate un descansito y ve hablar con tus padres un rato con tus padres.
Pregúntales cuánto valía hace 20 años los productos o servicios que se te
ocurren. ¿Ya lo has hecho? Bien. Seguro que has flipado en colores con algunas
respuestas. El fenómeno por el que los precios suben es lo que se llama
inflación.
La inflación es el crecimiento generalizado y sostenido de los precios
de los bienes y servicios de una economía. Es decir, para que consideremos
que hay inflación, el aumento de precios debe ser:
1. Generalizado quiere decir que no aumenta sólo el precio de un
bien sino de un buen número de ellos. Por ejemplo, si se produjera un aumento
sólo en el precio de las hamburguesas o de la coca cola, no diríamos que hay
inflación. Es necesario que aumente el precio de gran cantidad de bienes y
servicios.
2. Sostenido. Es necesario que el aumento de precios se mantenga en
el tiempo. Si el precio de la mayoría de bienes crece pero luego los precios se
mantienen, tampoco podemos decir que haya inflación.
En España, la mayoría de bienes aumentaron su precio desde 2000 hasta 2008 a un ritmo del 3 - 4%. Como hemos visto, varios años de aumentos continuos provoca unos precios mucho más altos. Por lo tanto, en esa época tuvimos inflación, ya que cumple las dos características, generalizado a la mayoría de bienes y sostenido en el tiempo.
Pero a partir de 2009, con la crisis, los precios han estado muchos meses bajando (así pasó en 2009, 2014, 2015 y 2016). Desde 2021, debido a la crisis de suministros tras los confinamientos por el COVID-19 y a la guerra de Ucrania (con las subidas del petróleo y el gas, la inflación vuelve a subir hasta el 8%, aunque en 2023 empezó a reducirse
En épocas de inflación hemos
visto que los precios aumentan mucho, en unos pocos años los precios de las
viviendas casi se duplicaron, como también subió mucho el precio de la comida o
de los coches. Vamos a ver las consecuencias y los costes de esto.
CONSECUENCIAS
1. Hay pérdida de poder adquisitivo.
Cuando los precios suben mucho,
como en España en los primeros años del 2000, los trabajadores piden que les
aumenten el sueldo. En principio si los precios suben al doble y nuestro sueldo
también, podremos comprar las mismas cosas. El problema es que los salarios nunca suben tanto como los precios.
De hecho los sueldos en España aumentaron muy muy por debajo de lo que lo
hicieron los precios.
Obviamente si los precios son muchos más altos y nuestro salario sube
solo un poco, podemos comprar muchas menos cosas. De hecho se estima que
antes del año 2000 necesitábamos 5 años enteros de nuestro salario para poder
comprar una casa. Ahora sin embargo, son necesarios 8 años de salario completo
para poder comprarla. Podemos por tanto
comprar menos cosas con nuestro salario, perdemos poder adquisitivo. Aunque
nadie nos quite dinero de los bolsillos, en realidad, estamos perdiendo dinero.
Por eso la inflación es el ladrón
invisible.
2. Hay incertidumbre.
El problema del aumento de los precios es que no se sabe exactamente
cuándo y cuanto van a aumentar los precios de los productos. Imagina que
vas a comprar una casa y que no tienes claro cuánto valdrá el mes que viene o
dentro de un año. Tampoco sabes cuál va a ser tu salario, porque en épocas de
inflación este sube pero no sabes cuánto. De la misma manera la comida no sabes
si será más cara, o la ropa, la luz, el agua. Si no tienes claros tus gastos del
futuro, es complicado que hagas un gasto muy grande como una casa, porque no
sabes ni cuánto vas a ganar ni cuáles serán tus gastos.
Lo mismo les pasa a las empresas.
Imagina que quieres montar una nueva empresa que venda armarios y mesas. Tienes
que hacer una inversión muy grande ahora, pero no sabes a cuánto las podrás
vender en el futuro porque los precios no paran de cambiar. Tampoco sabes
cuánto les pagarás a tus trabajadores, o cuánto costará la madera o el alquiler de tu local. En definitiva, es muy
difícil que sepas si tu empresa ganará o perderá dinero por lo que lo normal es
que no hagas la inversión y no montes la empresa.
Cuando los precios suben sin parar y de manera imprevisible, se genera
incertidumbre, lo que hace que familias y empresas no se atrevan a invertir
porque no saben si esas inversiones serán rentables. Todo esto hace que se
consuma mucho menos (no se compran casas o coches) y muchas empresas tendrán
que cerrar. Todo esto puede llevar al despido de muchos trabajadores y a una muy
mala situación del país
3. Siempre perjudica más a los que menos tienen.
La inflación perjudica duramente a los ahorradores, los pensionistas y los trabajadores.
Los ahorradores. ¿Recuerdas que dijimos que si los precios eran el
doble y el salario también en principio no pasaba nada? Bueno, en principio si
gano 2000 euros al mes y quiero comprar un coche que vale 20.000 necesito 10
meses de salario. Si todo se dobla y paso a ganar 4000 euros al mes y el coche
pasa a valer 40.000 (todo el doble) sigo necesitando 10 meses de salario. Mi
poder adquisitivo en ese caso sigue intacto.
¿Pero qué pasa con mis ahorros?
Imagina que tengo 40.000 euros en el banco ahorrados. Antes cuando el precio
del coche era de 20.000 me podía comprar 2 coches, ahora si todo se dobla, el
coche pasa a valer 40.000, ¿se doblan mi ahorros también? Me temo que no amigo
mío, seguiré teniendo 40.000 euros en el banco y solo me podré comprar un coche
a ese precio.
Como todo se ha doblado de
precio, ahora con mis ahorros puedo comprar la mitad. Como vemos, la inflación
perjudica a las personas que tienen ahorros. Es por ese motivo que en grandes
épocas de inflación, la gente no quiere tener dinero ahorrado y se apresura en
invertir y comprar viviendas, tierras, coches o acciones de empresas. La razón
es clara, antes podía comprar dos coches, ahora puedo comprar uno, si los precios
siguen subiendo, pronto no podré comprar ninguno. En inflación, ahorrar no es interesante y la gente compra bienes en
cuanto le llega el dinero porque si espera, no los podrá comprar.
Pensionistas y trabajadores. En general, los salarios y pensiones suelen
subir mucho más lento que los precios. Por tanto si los precios son el doble,
los salarios o las pensiones no van a aumentar el doble y por tanto
pensionistas y trabajadores perderán poder adquisitivo (con su salario pueden
comprar menos). En el último año las
pensiones aumentaron solo el 0,25% (2 o 3 euros al mes para muchas pensiones),
pero los precios aumentaron el 3%. Los pensionistas por tanto han perdido poder
adquisitivo.
Esta ley siempre se cumple, en época de inflación, los más pobres
siempre son los más perjudicados, ya que sus salarios serán siempre los que
menos suban.