2.2 PASOS PARA ELABORAR UN PRESUPUESTO
Vídeo explicativo. Pasos para elaborar un presupuesto.
En el apartado anterior vimos
como muchas personas tenían problemas para ahorrar dinero o incluso para llegar
a fin de mes. Esto es algo que les quita el sueño a muchas personas. En este
apartado veremos los pasos para ello
Paso 1. Identificar gastos e ingresos
El primer paso es identificar todos los ingresos y gastos. Las
personas suelen saber sus ingresos perfectamente, pero raras veces saben
exactamente sus gastos.
Es
importante que anotes todos y cada uno de los gastos que tienes en el mes
por pequeños que sea. También debes
incluir algunos gastos ocasionales como los regalos de cumpleaños o
vacaciones. No te preocupes si algunos gastos varían de mes a mes. Es normal
que gastemos más en comida en los meses de diciembre o más en luz en enero. Lo importante
es hacer una media de lo que gastamos cada mes.
Paso 2. Priorizar gastos
La cantidad de ingresos (el dinero que gano) no es fácil de aumentar a
corto plazo, pero si podemos variar la cantidad de ga stos. Algunas familias
tienen problemas para llegar a fin de mes”. Cuando eso ocurre es imprescindible
recortar gastos. ¿Pero de dónde recorto si todo es importante?. Pues no, todo
no es igual de importante. Por ello hay que establecer prioridades, con lo que
podremos distinguir entre gastos fijos
obligatorios, gastos variables
necesarios y gastos innecesarios.
1. Los gastos fijos obligatorios. Son gastos que suelen mantenerse mes a mes
y que no podemos dejar de pagar. Dentro de ellos distinguimos
- Vivienda. Es el gasto de la hipoteca (o alquiler), la comunidad y
los seguros del hogar.
- Otras deudas y gastos con el banco. Como el pago del préstamo del
coche. Tampoco podemos olvidar los gastos de tener tarjetas o cuentas
bancarias.
- Otros seguros. Como por ejemplo un seguro de vida o de coche.
- Pago de impuestos. Como el impuesto de circulación o el impuesto
de la vivienda
2. Gastos variables necesarios. Son aquellos que son necesarios
para vivir, pero puedes conseguir disminuirlos haciendo un uso racional.
Por ejemplo, necesitamos hacer la compra, pero ¿podríamos comprar cosas más
baratas?
- Gasto cesta de la compra. Podríamos decir que esto todo aquello
que compro en supermercados y otras tiendas para mi día a día. Comida, higiene,
cuidado del hogar.
- Suministros. Agua, internet, luz, gas etc.
- Cuidado personal. Como ropa, calzado o peluquería. Esta categoría
va a estar también dentro de los gastos innecesarios. El motivo es que un
mínimo de ropa o calzado hay que comprar de vez en cuando, así como ir a la
peluquería. Pero hay distinguir que parte es necesaria, y cuál se limita a
simples caprichos.
- Transporte. Debemos incluir los gastos como gasolina o el
trasporte público (metro, autobús, taxis) siempre que sean necesarios en
nuestro día a día.
- Educación. Son los gastos que dedicamos a nuestra formación o la de
nuestros hijos. Libros, materiales para el colegio, tasas de universidad,
clases particulares etc.
- Otros gastos. Podemos incluir cualquier categoría siempre que
cumpla la definición de variable necesario.
3. Gastos discrecionales. Son aquellos que en todo momento
podemos eliminar. Tenemos que preguntarnos cuáles son de verdad necesarios. ¿De
verdad que todo eso en que nos gastamos dinero es imprescindible? Sé honesto. Podemos
pensar que Netflix, el gimnasio o salir a cenar con nuestros amigos es parte de
nuestra rutina de vida y que son gastos necesarios. Pero si con nuestros
ingresos no llego a cubrir gastos, gastos como Netflix son un lujo y deben ser
recortados.
Cuidado, si tenemos unos ingresos
suficientes sí que podemos (y debemos) incluir en el presupuesto gastos para
ocio. No se nos puede olvidar dedicar una parte de nuestros gastos a disfrutar
la vida dentro de nuestras posibilidades. De ahí la importancia del
presupuesto. Alguno de estos gastos discrecionales que podría eliminar o
ajustar son:
- Cuidado personal. Como gastos elevados de peluquería o gimnasio.
- Ocio. Cenas en restaurantes, cafés, desayunos fuera de casa,
salidas con amigos a tomar algo, cine, teatro, regalos, canales de pago de TV,
vacaciones, lotería, tabaco.
- Otros: Aquí incluiríamos cualquier otro
gasto que puede ser eliminado
¿Recuerdas que tus primos necesitaban otros 240 euros para comprarse
la play? Pues como querían conseguirlo en 12 meses, se fijaron un ahorro obligatorio
de 20 euros al mes entre los dos.
La meta general de cualquier presupuesto es que los ingresos cubran
todos los gastos. Pero esto no es suficiente para ser un buen
presupuesto. Un buen presupuesto debe
incluir el ahorro como parte fundamental, ya que nos proporcionará un fondo para imprevistos o hacer planes de futuro.
Una manera inteligente es contar el ahorro como un gasto obligatorio
más. De esta manera, Lucía con su presupuesto de la página siguiente, sabe
que tiene unos gastos de vivienda, luz etc. que tiene pagar sí o sí, pero
también unos 100 euros de ahorro “obligatorio”, por lo que debe gastar menos
dinero en otras cosas como el ocio.
Esta estrategia de un incluir un ahorro obligatorio nos ayuda a reducir
nuestros gastos prescindibles. Si después de todos los gastos nos pasa como
esta persona que seguimos teniendo unos ingresos de 75 euros mayores a nuestros
gastos, esto será un ahorro adicional (y ese mes habremos ahorrado 175 euros.
Buen trabajo).
Recuerda que dijimos que lo
interesante era ahorrar al menos un 10%. Como Lucía gana 1000 euros, ha
decidido planificar un ahorro de 100 euros, pero esto dependerá de nuestros
objetivos. Si tenemos pensando un viaje paradisíaco o comprar un coche a corto
plazo, tal vez necesitemos ahorrar más.
Tal vez, en este momento no te
puedas permitir este ahorro. No te preocupes, todo ahorro es bueno. Si Lucía
sólo puede ahorrar el 5%, ahorrará 50 euros al mes, y eso son 600 euros al año
y 6000 euros en 10 años. Todo suma.
Paso 4. Seguimiento del presupuesto
Una vez que he establecido mi propio
presupuesto tengo que hacer un seguimiento para comprobar que voy a ceñir a él.
Apunta todos los gastos por pequeños que sean. Si pagas algo con tarjeta, lleva
un papelito al lado en el que apuntes en qué estás gastando.
De
nada servirá hacer un presupuesto si luego no voy a comprobar si lo cumplo. Ya
sabes, el truco de guardar directamente el ahorro planificado en una hucha u
otra cuenta bancaria a principio de cada mes te ayudará a no gastarte ese dinero.
Paso 5. Revisar y hacer ajustes
Cuando he elaborado mi presupuesto es
posible que no haya sido realista. Tal vez algunos gastos sean mayores de
lo que pensaba y otros sean menores. Además, puede ser que con el tiempo mis
gastos varíen. Por ejemplo, si empiezo a ir a la universidad puede que tenga
gastos que antes no tenía. Debo comprobar que
gastos están yendo en aumento y estudiar los motivos. Sería interesante elaborar de nuevo el presupuesto si no estamos
consiguiendo el objetivo de ahorro deseado.
Vale, estás pensando que esto
lleva tiempo. Lo primero que te diré es que te llevará unos minutos. Lo
segundo, que, si lo haces bien, podrás conseguir un ahorro que te permita
dormir bien por las noches y disfrutar de lo más importante. La vida, claro.
¿Y si aun así tengo problemas para llegar a fin de mes?
Si hay problemas económicos o si queremos ahorrar más, lo normal es
eliminar los gastos discrecionales y reducir los variables necesarios, para
hacer frente lo antes posible a los fijos obligatorios.