7.d. CUARTO PRINCIPIO: LAS PERSONAS RESPONDEN A INCENTIVOS
Vídeo explicativo. Los incentivos
Una
gota de miel caza más moscas que un barril de vinagre
¿Qué pasó con Carlos?, decirte que terminó la carrera en 6 meses y empezó como director de la empresa de su padre el día siguiente. Digamos que Carlos consideraba que su vida de estudiante valía más de 800 euros al mes, pero no más que los 3000 euros que le ofrecía su padre. El incentivo claramente funcionó
Cuando llegas a la universidad ves que hay muchos que se lo toman con
calma. Imagina el caso real de Carlos, no tiene ningún problema de aptitud, simplemente
adora su vida como estudiante y no tiene ganas de empezar a trabajar. Teniendo
en cuenta que todos los gastos de la universidad los pagan sus padres su
análisis es el siguiente:
“Si empiezo a trabajar, mi beneficio
marginal es el salario con el que empezaría de 800. Por otro lado, mi coste
marginal es que NO podré seguir con mi vida de ocio y tranquilidad que me
estoy pegando”. El análisis es bien sencillo. Carlos prefiere su vida de ocio
antes que 800 euros.
Pero los padres de Carlos saben que esto es una pésima decisión. No
tiene cuenta que cuanto más tarden en empezar a trabajar, más difícil será encontrar
un buen trabajo y alcanzar un salario digno. Dicho de otra manera, no tiene en
cuenta que el verdadero coste de oportunidad son todos los costes presentes
(los 800 euros que pierde al no trabajar) y futuros (ganarás más en el futuro).
Pero imagina que el padre de Carlos, le propone lo siguiente: hacerle director
de su empresa con un sueldo de 3000 euros al mes el día después de acabar la
carrera
Como las personas toman sus decisiones
comparando beneficios y costes, su conducta puede cambiar si se modifican o
bien los costes o bien los beneficios. Es
decir, las personas responden a incentivos.
UN
INCENTIVO es todo aquello que modifique los beneficios o los costes de una
decisión, por lo que puede modificar la decisión tomada.
Tú puedes ser uno de esos alumnos que
te conformas con un 5, lo cuál te haría estudiar solo 1 hora en el ejemplo del
apartado anterior y así irte al cine y cenar con tu amigo. Pero si tu padre te
dice que te compra una moto, una consola o el móvil último modelo si sacas un
10 en ese trabajo economía, es bastante probable que le dediques las 3 horas
necesarias para el 10.
Los
incentivos pueden ser positivos (recompensa) o negativos (castigo). Si tu
padre te dice que te quita el móvil sino sacas un 10, es bastante probable que
también te esfuerces más. En este caso el incentivo sería negativo.
La
importancia de los incentivos
Los
incentivos son muy importantes en economía. Por ejemplo, cuando hace mucho calor
las terrazas de los bares se llenan y las mesas dentro están vacías. En esta
situación un bar pierde la mitad de su clientela posible. Un incentivo que a
veces usan los bares es poner los precios de la terraza más caros, para así
incentivar a la gente a entrar en el bar. Lo mismo hacen algunas tiendas como
“telepizza” que cobran más barato sus productos si los recoges tú mismo y no
pides que te lo lleven.
Así
cuando el Estado quiere desincentivar el consumo de algún bien (como el tabaco,
muy perjudicial para la salud), lo que hace es aplicar un impuesto para
encarecer el producto. Si
eres uno de esos insensatos que fumas, que sepas que de los 5 euros que cuestan
algunas marcas de tabaco, 4 son de impuestos. Al aumentar los costes de
fumar hay menos gente que lo hace. El Estado “castiga” la decisión de fumar
aumentando sus costes. Este es uno de los motivos por los que mucha gente
cambia su decisión de “fumar” a “dejar de fumar”.
¿Qué pasó con Carlos?, decirte que terminó la carrera en 6 meses y empezó como director de la empresa de su padre el día siguiente. Digamos que Carlos consideraba que su vida de estudiante valía más de 800 euros al mes, pero no más que los 3000 euros que le ofrecía su padre. El incentivo claramente funcionó