9.1 ORIGEN DE LA ECONOMÍA DE MERCADO
Vídeo explicativo. La mano invisible y el origen de la economía de mercado
El origen de este sistema
económico data de 1776 con la obra de
Adam Smith “la riqueza de las naciones”. Según Smith si todos los
individuos persiguen su bienestar personal de manera egoísta, una “mano invisible”, el mercado a través
de señales, permite llegar al bienestar de toda la sociedad.
¿Qué es la mano invisible?: las señales del mercado.
En 1995 una casa en
una playa de levante podía valer 42.000 euros. En el año 2005, valía 180.000.
¿En serio? Pues sí. Hasta el año 2000 no era normal que, si eras de Albacete
por ejemplo,, tuvieras tu propia casa y además
quisieras comprar otra en la playa. La gente se iba de vacaciones a hoteles.
Pero a principio de siglo la economía empezó a ir mejor, muchas familias del
interior de España deseaban comprar una vivienda en la playa para las
vacaciones. Ante la escasez (todos querían comprar unas pocas casas) los
precios se dispararon. El aumento de precios suele ser señal de que algo es
escaso. Si los precios suben, los empresarios ven ahí oportunidad de ganar
dinerito y acuden a producir ese bien, en este caso, casas. Esto provocó que
numerosas constructoras acudieran para poblar nuestras playas con gigantescas
torres de viviendas. Como las playas son limitadas, llega un momento que no se
puede seguir construyendo, lo que provocó que los precios llegaran a alcanzar
cifras escandalosas.
LA MANO INVISIBLE son las señales
del mercado, que guía las decisiones de las empresas indicando hacia donde
deben dirigir sus recursos.
Cuando un bien escasea, los consumidores se pelean por conseguir estos pocos
bienes, y están dispuestos a pagar más, por lo que el precio aumenta.
Esta es la señal de que ahí hay beneficios en ese negocio, lo que hará que
nuevas empresas surjan para aumentar la producción. De esta manera, la sociedad
dirige sus recursos a esos bienes. Así las familias conseguirán los bienes que
quieren.
Cuando un bien abunda, las empresas no consiguen
vender sus productos y por tanto bajarán los precios. Como algunas
empresas venden menos y más barato, dejarán de ganar dinero y abandonarán la
producción, dirigiendo sus recursos a otros bienes y así desapareciendo la
abundancia del bien anterior. Cuando la
crisis estallo en 2008, mucha gente trató de vender sus casas y otros dejaron
de comprar, como sobraban casas, los precios empezaron a bajar. La disminución
de los precios indicó que había que dejar de producir.
El egoísmo de Smith
Según Adam Smith es el egoísmo de empresas y familias buscando su
propio beneficio el que lleva a una situación que beneficia a todo el mundo.
Las empresas buscan vender a precios altos, las familias comprar a precios
bajos. Por tanto, las empresas se esforzarán para ofrecer a los consumidores
aquello que desean al mejor precio posible. ¿Es que las empresas quieren el
bienestar de las familias? No, pero sólo así conseguirán beneficios. Es el
egoísmo particular de cada uno lo que lleva a que se produzca lo que la
sociedad quiere: Las familias consiguen los bienes que desean y las empresas
ganan dinero con ello.
La mano invisible (el mercado) es la que indica donde están los
beneficios: Los precios son las señales que indican a dónde se deben dirigir
los recursos. Las empresas producirán siempre los bienes que demanden
los consumidores ya que esos son los que le dan beneficios: EL MERCADO ES LA CLAVE.
Sin duda que el negocio de la venta de vivienda en las playas dejó
contento a mucha gente. Los constructores se hicieron ricos (muy ricos) y las
familias de interior por fin consiguieron la casa que querían en la playa.
Entonces, este Adam Smith era un genio ¿no? Todos contentos ¿verdad? Pues
todos, todos…. NO. Pero esa es otra
historia. Como te he dicho, sólo estamos empezando.