4. LAS NECESIDADES ECONÓMICAS
Vídeo explicativo. Las necesidades
En el año 2000 nadie dentro de un instituto poseía un móvil. Pero a partir de ese año, todo el mundo empezó a comprarse uno ¿por qué? ¿Es que de repente era necesario? En realidad “tener móvil” no es una necesidad en sí misma. En ese momento el móvil (que es un bien) empezó a cubrir mucho mejor una necesidad clave en el ser humano. La comunicación.
En el año 2000 nadie dentro de un instituto poseía un móvil. Pero a partir de ese año, todo el mundo empezó a comprarse uno ¿por qué? ¿Es que de repente era necesario? En realidad “tener móvil” no es una necesidad en sí misma. En ese momento el móvil (que es un bien) empezó a cubrir mucho mejor una necesidad clave en el ser humano. La comunicación.
Y es que
hace 20 años, cada vez que querías comunicarte con un amigo, tenías que llamar
al teléfono fijo de sus padres y muchas veces pasar por la incómoda pregunta de
¿quién es ese o esa? Además, tus amigos no siempre estaban en casa y en ese
caso, la comunicación era imposible. A veces quedabas con alguien y no
aparecía. No saber qué pasaba te obligaba a largas esperas. A veces tu amigo
estaba castigado, otras veces no le había dado tiempo a hacer los deberes y
otras veces simplemente llegaba tarde. No te imaginas las discusiones que ha
provocado la falta de comunicación. El móvil era, claramente, un bien que
permitía satisfacer una necesidad insatisfecha: La comunicación.
Acabamos de ver que la economía
intenta satisfacer el mayor número de necesidades posible dado los recursos
escasos que tenemos. Pero antes de ver cómo podemos conseguir tan difícil tarea
necesitamos saber las características de las necesidades.
1. Las necesidades son ilimitadas
Como ya hemos dicho en el punto
anterior, eso se debe a que las necesidades
se reproducen y siempre queremos más y a que nuestro tiempo está limitado.
2. La misma necesidad puede satisfacerse de varias maneras
José Luis es un apasionado de los videojuegos y todos los sábados por
la noche se los pasa con la videoconsola. Sus compañeros de clase le llaman
friki y le dicen que es muy aburrido por no querer salir de fiesta a tomarse
una coca colas con ellos. ¿Tienen razón sus compañeros? Ciertamente no. José
Luis tiene la necesidad de entretenimiento al igual que la tienen ellos, pero
mientras sus compañeros satisfacen su necesidad saliendo de fiesta, lo que le
divierte a José Luis es jugar al Fortnite.
Podemos decir que las personas
compartimos la mayoría de necesidades: seguridad, alimentación, comunicación,
transporte etc. Pero aquí la clave es que cada una de esas necesidades puede satisfacerse de manera diferente a través de
diferentes bienes.
Entender la diferencia entre
necesidad y bienes es clave en economía. Así, para la necesidad de
entretenimiento mucha gente utiliza Netflix, otros ven un partido de fútbol,
algunos salen de compras y otros leen un libro. Lo que debe quedar claro es que
la economía no entra en si es mejor salir de fiesta o quedarte en casa jugando
a videojuegos. Lo que le interesa a la economía (y a ti) es saber si satisfaces
tu necesidad
3. Las necesidades se sienten de manera diferente
- Oye profe, he mirado en tu Instagram y eres la persona que menos se
conecta de todos mis contactos, ¿por qué no usas la aplicación?
- Pues mira, la mayoría de adolescentes reconocéis la necesidad de
estar conectado a redes sociales, pero eso no le pasa a todo el mundo
Hay personas que desarrollan unas necesidades en un mayor grado que
otras. Esto se debe a que las necesidades se ven influidas por muchos
factores:
- El lugar donde vivimos. Dependiendo donde vivamos
puede que tengamos unas necesidades diferentes. Todos necesitamos sentirnos seguros, pero en países como Estados Unidos
esa necesidad parece más desarrollada y muchos tienen una pistola en casa, algo
poco probable si vivimos en España. Curiosamente las estadísticas dicen que
tener un arma aumenta la probabilidad de que te disparen. Irónico ¿verdad?
- El entorno en el que nos movemos. Muchas veces tendremos
una necesidad mucho más desarrollada dependiendo de con quién nos relacionamos.
Si miras a tus compañeros, es muy
probable que muchos lleven zapatillas Nike, Adidas, Reebok o Converse y que la
mayoría de ella sean blancas.
- La publicidad y la moda. Recibimos una media de 3.000 impactos de
publicidad cada día, así que la publicidad puede hacernos que sintamos algunas
necesidades de manera más fuerte. Algunos sienten necesidad de tener siempre lo
último que sale
- La edad. La fuerza con la que sentimos algunas necesidades varía
con los años. Los jóvenes suelen necesitar
estar todo el día conectados y pasan horas en las redes sociales, mientras que
la gente más mayor no suele tener tan desarrollada esta necesidad. De ahí que
el 75% de la gente que usa Instagram tiene menos de 35 años.
En definitiva, hay factores que hacen que las necesidades sean
diferentes en cada persona y en que cada sociedad.
4. Las necesidades no son fijas
Con el brote del COVID-19 pudimos ver como aparecían nuevas necesidades
y como otras muchas se desarrollaron mucho más. Una nueva necesidad fue sin
duda la necesidad de protegerse del contacto de personas y objetos, lo que
multiplicó la compra de mascarillas y guantes de tal manera que durante semanas
fue imposible comprarlos en ningún sitio. Una necesidad que ya teníamos era la
de higiene, pero con la pandemia esta necesidad se desarrolló a niveles antes insospechados.
Muchas personas desinfectaban todo aquello que tocaban o compraban en
supermercados lo que disparó la venta de alcohol y lejía. Lavarse las manos se
convirtió en la mejor manera de evitar el contagio, lo que multiplicó la venta
de gel hidroalcoholico.
Las necesidades no es algo fijo, sino que varía con los tiempos. La
propia evolución de la sociedad o los cambios en la tecnología pueden provocar
que surjan nuevas necesidades (también si hay una guerra o un virus letal)
Por ejemplo, antiguamente la gente
vivía en pequeñas aldeas y muchos apenas salían de allí. Pero con la evolución
a grandes ciudades las personas se fueron separando de sus conocidos. Muchas
necesidades se desarrollaron, como la necesidad de mantener el contacto. Con el
desarrollo de la tecnología, tener internet o un teléfono móvil se ha hecho
imprescindible para satisfacer estas necesidades