Consejo 2 oposiciones 2024-2025. Gestiona tu tiempo
Si hay algo que he aprendido en estos 15 años metido en el mundo de las oposiciones es que todo el mundo pone excusas, y la mayoría de veces las excusas tienen que ver con el tiempo. Con el paso de los años he comprobado como todo el mundo piensa que sus condicionantes son los más importantes, y cómo eso hace que ellos, sean cuales sean estos condicionantes, lo tengan más complicado que cualquiera de los demás. “Yo es que lo tengo más difícil”, suele ser la frase favorita de la mayoría
Esto no es nuevo en la conducta humana. Si me tuerzo el tobillo y no puedo andar, para mí eso es más importante que la guerra de Siria. Mis circunstancias siempre son más importantes que las de los demás, y mis sacrificios mucho mayores.
Todos tenemos un tiempo limitado al día y todos tenemos una serie de prioridades.
- Algunas personas valoran por encima de todo su vida social y necesitan una cantidad determinada de horas a la semana para su ocio. “Javi, yo no puedo vivir sin salir por ahí todo el fin de semana o sin quedar con mis amigos entre semana. Soy joven y la vida está para disfrutarla y no puedo dedicar más de x horas al día a la oposición”.
- Para otras personas su prioridad es su vida en pareja. “Mira Javi, yo estas horas del día las tengo para estar con mi pareja, que es lo más importante, y además me gusta mucho viajar. No podré dedicarle más de x horas a la oposición”.
- Otras personas tienen hijos y toda su vida gira alrededor de ellos. “Javi, mis niños son lo primero y no pienso renunciar a ni un solo minuto de ellos. Solo puedo estudiar x horas al día”.
- Para otros, sus hobbies son imprescindibles e irrenunciables. “Javi, mi pasión es esta actividad y no puedo quitarle horas a la semana. Las únicas horas que puedo dedicarles a la oposición son estas”.
- Y muchas otras personas tienen además un trabajo. “Javi yo es que tengo que trabajar 7 horas al día. Para mí el resto del tiempo está para descansar y disfrutar, no puedo dedicar más de x horas al estudio”.
Podríamos continuar, pero ya ves por donde va la cosa. La cuestión es que, si le preguntas a cualquiera de esas personas, pensará que aquello a lo que dedica su tiempo libre es irrenunciable. Y muchos de ellos pensarán que los motivos de los demás no son tan importantes.
Uno de los grandes desafíos de todos los opositores (y todas las personas en general) es decidir cómo repartir su tiempo. Aquí van una serie de consejos.
1. Establece, organiza y ejecuta tus prioridades.
Lo primero que deberíamos hacer es determinar cuáles son nuestras prioridades en la vida (sí, he dicho en la vida). Uno puede tener varias prioridades además de la oposición y no pasa nada. ¿Te gusta salir por ahí todo el fin de semana? Perfecto. ¿Tienes una pareja y/o hijos y les quieres dedicar mucho tiempo? Genial. ¿Hay alguna actividad que no deseas abandonar? Maravilloso. ¿Tienes un trabajo que no te puedes permitir dejar? No hay problema. Todos tenemos prioridades y lo primero que tienes que dejar claro es cuáles son las tuyas, básicamente porque de lo contrario tu vida va a ser un infierno. Si cada vez que le dedicas tiempo a una de estas prioridades y no a las otras te vas a sentir mal, tu vida va a ser un infierno. Pero si tienes claro que también son prioridad para ti, la cosa cambia.
Muchos opositores fracasan porque no tienen claras sus prioridades. Ni siquiera saben si las oposiciones son una de ellas. Una semana estudian y otra no, y en muchas ocasiones, el sentimiento de culpabilidad aparece. Como resultado, muchos lo acaban dejando.
Lo segundo que debemos hacer, una vez que sabemos nuestras prioridades, es organizarlas. Organizar las prioridades no tiene que ver necesariamente con hacer una clasificación de las mismas. Tiene que ver con organizarse de la manera en la que pueda cumplir con todas mis prioridades. Uno puede seguir teniendo a sus hijos o su pareja como prioridad y al mismo tiempo también tener como prioridad sacarse una oposición.
Pero hay que tener claro que no todo en la vida es una prioridad, y que decir SÍ a ciertas cosas, supone saber decir NO a otras muchas. Organizar tus prioridades tiene que ver mucho con saber a qué decir NO. Muchos opositores fracasan porque no saben organizar sus prioridades. No saben decir NO.
El último paso es ejecutar las prioridades. El año pasado tuve un opositor/padre que tuvo la plaza llegando a casa a las 8 de la tarde después de estudiar toda la tarde, y solo veía a sus hijos para cenar y acostarlos. Luego le dedicaba todo el fin de semana a los niños. Se sacó la plaza y no creo que fuera un peor padre por la estrategia que siguió. Sin embargo, tuve otra opositora/madre que decidió pasar toda la tarde con sus hijos y empezar a estudiar cuando se acostaban a las 10, con sesiones que podían durar a las 4 de la mañana. Como pasaba mucho tiempo con los niños durante la semana, luego el fin de semana decidía dedicar más tiempo al estudio. También se sacó la plaza.
La ejecución no siempre es fácil porque requiere mucha disciplina y tener muy claro el paso 1 (cuáles son tus prioridades) y el paso 2 (la organización de las mismas).
En definitiva esta primera “píldora” no sería tanto hablar de que debes aprender a “gestionar el tiempo” sino que debes aprender a “gestionarte a ti mismo”
2. No encuentres excusas, encuentra el tiempo
Decía Arnold Schwarzenegger que se vuelve loco cuando una persona le dice que no tiene tiempo al día para hacer una determinada tarea. Arnold cuenta que cuando llegó a Estados Unidos iba a la universidad, trabajaba en la construcción, iba al gimnasio 5 horas al día y a clase de interpretación 4 horas por la noche. Para conseguir todo eso, muchas veces dormía menos de 6 horas al día. Según Arnold, cuando otra persona le dice que se necesita dormir 8 horas al día, él siempre contesta lo mismo “duerme más rápido”.
Las personas somos auténticos profesionales en encontrar excusas. Excusas para no aprender idiomas, excusas para no hacer deporte, excusas para no leer, excusas para no estudiar. Cada uno tenemos nuestro campo en el que somos expertos.
Cuando empecé con mi preparador en 2009, tenía un trabajo por la mañana, enseñaba baloncesto a niños por la tarde y quedaba por la noche con mis amigos. Una vez que me marcó un planning de todo lo que tenía que hacer, vi que tendría que dedicarles las mismas horas al día que en 2007, cuando podía volcarme al 100% con el estudio. ¿Quería decir eso que no tenía tiempo para las oposiciones? Lo cierto es que sí que tenía tiempo.
El día dura 24 horas y nadie se pasa 16 horas al día estudiando. Mi día duraba exactamente lo mismo que en 2007, lo único que ahora, al tener otras obligaciones, tendría que encontrar el tiempo para poder dedicárselo al estudio. Como no podía (o no quería) renunciar mi trabajo de la mañana, me levantaba a las 6 de la mañana para estudiar, y sacaba varias horas de estudio antes de mi jornada laboral. Por la tarde tuve que renunciar a enseñar baloncesto, algo que además de mi hobbie, me daba un dinerillo extra. Por la noche, eran pocos los días que quedaba con mis amigos. Como ves, el tiempo estaba ahí, las 24 horas eran suficientes para cumplir con mis obligaciones y dedicarle al estudio las mismas horas que había empleado cuando no trabajaba. Como ves, tenía muy claro cuáles eran mis prioridades, cómo organizarlas y la disciplina necesaria para poder ejercutarlas.
Muchas personas me preguntan si estaba amargado por llevar ese ritmo y se sorprenden cuando les digo que no. ¿La razón? Es sencilla, mi objetivo era convertirme en profesor a toda costa. Cada hora extra que conseguía sacar, cada tema más que repasaba, o cada defensa más que realizaba, me acercaba más a mi objetivo.
Sé que es más fácil decir que no tengo tiempo porque así me libero de la culpa “no tengo, tiempo, no soy responsable”. Pero en realidad sí que tiempo, y “soy responsable” al decidir cuáles son mis prioridades.
3. Ten claro tu sacrificio y sé consecuente con ello.
“Un gran logro generalmente nace de un gran sacrificio, y nunca es el resultado del egoísmo” Napoleón Hill
A ver, estudiar unas oposiciones no mola nada, vamos a partir de ahí. Puedo aprender mucho, algunas cosas me pueden parecer hasta interesantes, pero el hecho de tener que estar meses empollando no mola absolutamente nada. A todo el mundo le gustaría esta haciendo muchísimas otras cosas. Como he explicado al principio todos tenemos prioridades, y para ti las tuyas son las más importantes. Todos tenemos un tiempo limitado y a todos nos gustaría emplearlo en hacer muchas cosas. Así que, tratando de resumir, si te quieres plantar en el examen el día de la oposición y ser mejor que el resto, tienes que hacer sacrificios (hay que saber decir NO).
Si has leído mi historia de 2021, allí te hablo de Miriam del Carmen, mi alumna de bachillerato. Miriam tenía claro que quería sacar un 10 en todas las asignaturas y sacarse el superior de danza. Entendía que eso le conllevaba sacrificios como dormir muy poco y no salir de casa muchos fines de semana. Una vez que aceptó que conseguir su objetivo tenía un coste, no se dedicó a poner excusas, sino que era consecuente con el camino que había elegido.
El problema de la mayoría de opositores es que se boicotean a sí mismos. Una vez que empiezan con el estudio muchos no aceptan su sacrificio. Todos queremos pasar más tiempo con los amigos, con la pareja, con los hijos, con nuestros hobbies o incluso durmiendo (dependiendo de nuestras prioridades). A partir de ahí empiezan las excusas para no cumplir, y cuanto más repito las excusas más me las creo y menos cumplo “no soy responsable, no es culpa mía”. El secreto de Miriam para sacar todo 10 no era que dedicara más tiempo de estudio que sus compañeros (de hecho, dedicaba otras 5 horas al día al conservatorio de danza), su secreto era que aceptaba el sacrificio que tenía que llevar para conseguirlo.
Lo que te debes plantear no es cómo de grande es tu sacrificio, sino si merece la pena para poder conseguir el objetivo que te has marcado. Si no merece la pena, es posible que te necesites replantear que estás haciendo. Pero si merece la pena ¿para qué dedicarte a poner excusas que dificultan conseguirlo?
4. Empieza con mucho tiempo de antelación.
Me llama mucho la atención cuando hay opositores que me piden ayuda en la preparación y lo primero que hacen es hablarme del poco tiempo del que disponen (normalmente por alguna de las razones citadas arriba), para a continuación decirme que quieren empezar a preparar en septiembre (9 meses y medio antes del examen).
Lo primero que hay que entender es que el estudio de la oposición es un pozo sin fondo. Siempre hay más cosas que estudiar y más aspectos que mejorar. Siempre es positivo hacer un repaso más, añadir una actividad más o hacer un ensayo de defensa más. Cuando llega el día del examen, todos los opositores, absolutamente todos, necesitarían algo más de tiempo para poder haber hecho algo mejor (ya sea de teoría, de práctica o de programación).
Entonces, si está tan claro que seguro que nos va a faltar tiempo ¿Por qué empezar tarde? Como decía un amigo mío “ningún opositor en la historia se ha arrepentido de empezar a estudiar demasiado pronto, pero el cementerio de las oposiciones está lleno de aquellos que empezaron tarde”.
La oposición se ha vuelto jodidamente difícil en los últimos 5 años. Hay muchísimas personas que le dedican 2 años íntegros a ello, y que llegan a hacer auténticas maravillas tanto a nivel temas como a nivel programación. Cuando yo me saqué la plaza en 2010, presumía de que mis temas y mi programación eran geniales y estaban increíblemente trabajados (de hecho, obtuve muy buenas notas). Pero si ahora miro el trabajo de las personas que preparé en 2021, mi trabajo de 2010 estaría varios escalones por debajo. Incluso el trabajo de Consu y Alejandro de 2016, que les sirvió para ser primeros de sus tribunales, también estaría bastante por debajo.
La competencia en las oposiciones es cada vez más elevada, y no vale solo con memorizar temas y tener una programación decente. Hay que diferenciarse y ser mejor que el resto, y por ahí hay gente que está haciendo auténticas barbaridades. Aquellos que empiezan demasiado tarde, llegan sin opciones reales el día del examen. En mi opinión, si solo estudiamos 9-10 meses en la oposición, necesitaremos encomendarnos a la Diosa fortuna. Tal vez por eso haya tantas personas que hablan de suerte después de suspender, al fin y al cabo, no le dedicaron el tiempo suficiente para que su nota fuera cuestión de trabajo y no de suerte.
Por eso mismo, yo aconsejo unos 16-18 meses para preparar unas oposiciones con opciones de obtener una plaza. Si te queda menos tiempo para el día de la oposición, empiezas a llegar tarde.
5. Haz una distribución inteligente y equitativa del tiempo.
En las últimas convocatorias teníamos una primera parte que valía un 50%, donde había que desarrollar un tema escrito y realizar una serie de ejercicios prácticos. Así, teoría y práctica valían lo mismo en esta primera parte, es decir se hacía una nota media (en alguna Comunidad como Madrid, la práctica vale el 70% de la primera parte). Luego teníamos una segunda parte de programación y unidad, a la que pasaríamos si aprobábamos la primera parte. Esa segunda parte valía el otro 50%.
Una de los aspectos que peor manejan los opositores es la distribución del tiempo. En la primera parte temas y práctica valen lo mismo. Sin embargo, la mayoría de la gente dedica el 80%-90% del tiempo a los temas escritos. ¿Tiene sentido que, si nos hacen una nota media, dediquemos el 80% a los temas y el 20% a la práctica?
Lo mismo ocurre con la programación y unidad didáctica. Esa segunda parte vale un 50% de la nota de la oposición (se hace media con la primera parte). Sin embargo, la mayoría de opositores abandonan por completo la programación didáctica. Muchos de ellos se dedican a usar una programación de alguien de otra convocatoria y no practican las defensas hasta que acaban la primera parte, cuando apenas quedan unos 10 días para la prueba final. ¿Tiene sentido que, si la primera y segunda parte valen un 50%, le dediquemos apenas unos días a la parte de la programación?
La mayoría de opositores llegan sin opciones de plaza por esta mala distribución. Veamos por qué.
- En la primera parte (teoría + práctica), si miramos las notas podemos ver como normalmente la parte práctica solo es aprobada por un 10% de los opositores, lo que suele eliminar a la mayoría de ellos al no poder pasar a la segunda parte.
- En la segunda parte (programación), la mayoría se limitan a tocar las cosas básicas. Antiguamente, no había mucha información de cómo elaborar y defender la programación didáctica, y aquellos que hacían algo decente podían tener una buena nota. Pero con el boom de internet, todo el mundo tiene acceso a gran cantidad de esta información. Como resultado, casi todo el mundo es capaz de tocar los aspectos básicos, por lo que hacer algo decente ya no garantiza nada. Si nos fijamos en las notas, abundan los 6 y pico o 7 bajos, lo que normalmente es insuficiente para la plaza. Para obtener una plaza hay que ser brillante, y para ello hay que dedicarle muchos meses a esta parte de programación y unidades.
Entonces ¿alguna recomendación sobre cómo distribuir el tiempo?
Hacer recomendaciones generales siempre es complicado. Yo para la gente que preparo en economía y en ADE sí que establezco un cierto calendario, pero luego hay muchos matices que dependen de la persona. Hay personas que se les da mejor la parte práctica, otros son máquinas con el estudio de los temas y hay gente brillante a la hora de hacer defensas. Mientras, hay otras personas que tienen más dificultades en alguna parte en concreto y a lo mejor necesitan dedicar algo más de tiempo en esa parte. Por supuesto, luego también hay matices que dependen de la especialidad. En cualquier caso, voy a intentar llegar a alguna aproximación general, sabiendo que luego cada persona es un mundo y deberá adaptarse a sus particularidades.
La distribución del tiempo sería sobre una preparación de 16-18 meses. Si es menos, habría que hacer varios ajustes. También voy a diferenciar teniendo en cuenta las diferencias de pruebas que habrá en algunas comunidades.
A) Comunidades con parte práctica
Algunas Comunidades Autónomas como Madrid van a mantener la parte práctica en las oposiciones. En estos casos recomiendo empezar los primeros 3 o 4 meses a tope con la primera parte (temas + práctica). En estos meses es clave controlar toda la diferenciación de temas y empezar a coger una buena base práctica. Yo le dedicaría más o menos el mismo tiempo a la parte teórica y práctica (especialmente en la Comunidad de Madrid yo le dedicaría más tiempo a la práctica, ya que esta vale el 70% y suele ser complicada). Lo recalco mucho, pero el gran problema de muchos opositores es que le dedican muchísimo tiempo a los temas y casi nada a la práctica. Hay que invertir en práctica durante todo el tiempo de la oposición, especialmente en Madrid donde la mayoría de opositores no pasan a la segunda prueba debido notas bajísimas en dicha práctica.
Una vez que ya llevamos ritmo de trabajo de esta primera parte (temas + práctica), habría que empezar con la programación didáctica, a la que habría que dedicar una buena porción de tiempo, siempre sin abandonar la teoría y la práctica. Yo empezaría al menos con un año de antelación del día de la oposición y desde muy pronto me pondría con las defensas. Esto me va a permitir ir desahogado y seguir metiendo caña a la primera parte. Si has leído mi experiencia como opositor y preparador, te habrás dado cuenta los muchos baches que aparecen a la hora de preparar buenas defensas. Yo siempre recomiendo hacer defensas reales durante al menos 10 meses.
A medida que pasan los meses y ya me sé una buena cantidad de temas y de práctica, lo normal es ir dedicando más tiempo a la parte de la programación.
B) Comunidades sin parte práctica
Para las Comunidades donde solo habrá temas y programación vamos a tener una liberación de tiempo interesante (al no haber práctica). Teniendo en cuenta que la parte de la programación didáctica será obligatoria y valdrá al menos un 50% de la nota final, deberemos ser consecuentes y volcar una parte de nuestros esfuerzos acorde a este porcentaje. No tiene sentido que dediquemos el 90% a los temas y un 10% a la programación y defensas si luego se hace una nota media.
Si empezamos con mucho tiempo de antelación, podemos empezar dedicando un porcentaje mayor de tiempo a los temas. Sumar temas al principio es interesante con el objetivo de ganar algo de tranquilidad de sentir que tengo una parte “controlada”. Pero de nuevo, yo empezaría con la programación al menos con un año de antelación, poniendo mucha importancia en las defensas (nos vamos a encontrar con un millón de problemas).
A medida que se acerque la oposición sería interesante dedicar prácticamente un 50% a cada parte (temas y programación). Al menos, es lo que hice yo en 2010, lo que creo que fue clave para las notas de 9,86 y 9,74 en la programación y unidad.
Conclusiones
En cualquier caso, e independientemente de si hay práctica o no, la programación y unidades valdrá un 50% de la nota. Aquellos que la preparan con mucho tiempo de antelación son los que sacan notas más altas y los que acaban sacando la plaza. Dedícale el tiempo que se merece.
LA PREPARACIÓN PARA UNAS OPOSICIONES DE SECUNDARIA Y FP
- Mi experiencia en la preparación de oposiciones (resumen)
- La decepción de 2006 - Only human
- El fracaso de 2008. -19 días y 500 noches después
- El caballero blanco de 2010- Oh ángel sent from up above.
- La semilla de 2012 - Moving.
- Los experimentos de 2014 - Es mentira
- La prueba beta de 2016. - Whatever it takes
- El último gran héroe de 2018. - Eso que tú me das
- La prueba de fuego de 2021 - A contracorriente
- La mentalidad sublime de 2023. (próximamente)
- El factor Elena de 2024 (próximamente)
- El truco final de 2025 (en curso)
CONSEJOS PARA AFRONTAR UNAS OPOSICIONES DE SECUNDARIA Y FP
- Consejo 1: busca un buen preparador
- Consejo 2: gestiona tu tiempo
- Consejo 3: adáptate al sistema
- Consejo 4: ponte dificultades
- Consejo 5: no te creas todo lo que oyes
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